Querida Helena,
Te escribo a destiempo, hoy no es tu cumpleaños, ni tan siquiera el aniversario de tu partida, hoy tu abuelo Joaquín recibirá su último adiós de parte de todos aquellos que le queremos. Y es por eso, por lo que estando a solas con él en esta fría sala del tanatorio he decidido escribirte unas líneas.