Querida Helena,
Hoy me ha pasado una cosa muy curiosa, algo que te hace pensar que nunca estás sólo, que siempre hay alguien a tu lado, ya sea como un pequeño ángel que te guarda o con amigos que viven a miles de kilómetros de distancia y tienen un minuto para preocuparse por como te sientes
Cariño, hoy en el día de tu sexto cumpleaños quiero compartir una cosa que mi amiga Asma ha compartido conmigo. Ella, aunque cree en el mismo Dios, lo hace de otra forma, es musulmana y me ha contado que para ellos, al llegar el día del juicio, los padres que tuvieron la desgracia de perder a un niño recien nacido como tú, son esperados a las puertas de Cielo por sus pequeños, ya que su pérdida es tan grande que Dios les concede el Paraíso.
Asma me ha hecho pensar, y creo que tiene en parte razón. Perderte supuso un gran dolor, pero me hizo crecer como persona, Tu partida me obligó a ver el mundo de otra forma, sentir la pena y la desesperación de aquellos que, por un motivo u otro, no tienen lo que los demás consideran normal. Muchas veces, me encuentro pensado en lo que dirías si yo tomase una decisión o la otra, tu recuerdo se ha convertido en un faro moral que guía mis actos, así que quizás sea verdad y el haberte perdido me ayuda, día a día, a seguir en el buen camino al Paraíso.
Por eso doy gracias a Dios, por darme la oportunidad de conocerte, de estrecharte entre mis brazos, de mirarte a los ojos. Y doy las gracias a Asma, por hacer que pensar en ti hoy, me haga sentir feliz.
Tu padre que te quiere.
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