domingo, 20 de julio de 2014

MXCVI días

Querida Helena,

Hoy hace 1096 días que tus ojos se cerraron por última vez, más de mil días sin ver tus oscuros ojos, sin poder oler tu piel ni tenerte en mis brazos. Han sido más de mil días de hablarte en la oscuridad justo antes de cerrar los míos y dejarme ir en los brazos de Morfeo.
En estos tres años han pasado infinidad de cosas, pero algo ha quedado inmutable en mí, tu recuerdo en mi corazón. Es esa tabla de naufrago que me ayuda a levantarme y seguir viviendo cada día de mi vida como si ese fuese el último que me tocase vivir.

Porque cariño mío en tu corta vida, sin saber hablar, fuiste capaz de enseñarnos a todos, que no importa el poco tiempo que uno tenga, si no lo mucho que uno haga con él. Tú nos llenastes el corazón con tu huella indeleble ¿Quién puede pedir más?

Yo muchas veces me sorprendo a mí mismo preguntándome si yo en mis cuarenta años habré sido capaz de conseguir algo tan bello, y si el día que falte alguien se acordará de mí,  Quién sabe, sólo el tiempo tiene la respuesta. Así que mientras tanto seguiré tus enseñanzas e intentaré no desperdiciar ni un segundo del tiempo que me resta por vivir.

Tu padre que te quiere.

1 comentario:

  1. Bellas palabras Javi y muy ciertas hay enseñanzas que se nos deben gravar a fuego y es que hay que vivir cada instante como si fuera el último, decir TE QUIERO a tus seres queridos cada día y a ti Helena sólo decirte GRACIAS, GRACIAS Y MIL VECES GRACIAS Y TÚ SABES POR QUÉ!!!!

    ResponderEliminar

Por favor, háblale a Helena...