domingo, 9 de septiembre de 2012

Tres cosas, tres

Querida Helena,

Tras mi autoinflingida flagelación de ayer, hoy quiero hablar de algo más dulce y lleno de alegría, quiero hablar del sol del verano, del rumor de las olas del mar, de la frescura de las cuevas y del estruendo de la tramuntana. De todas esas cosas que te acompañan en tus días y en tus noches, desde que tus cenizas dejamos escapar. 

sábado, 8 de septiembre de 2012

Promesas rotas

Querida Helena,

Dicen que no hay nada peor que faltar a la palabra dada, dejar sin hacer aquello que se ha jurado hacer. ¿La razón? No lo sé, quizás sea por que con tu desidia, otros sufren las consecuencias del honor maltrecho. Tu abuelo siempre decía: La palabra es deuda. Y así siempre he intentado vivir, si prometes algo, cúmplelo.