Querida Helena,
Hoy vuelve a ser día 20, triste recordatorio de tu partida y marca indeleble de ese vacío que por siempre ocupará mi corazón. Pero hoy no quiero hablar de lamentos, ni quiero que cuando leas estas líneas sientas tristeza por no poder estar a nuestro lado.
Hoy quiero hablar de todas aquellas pequeñas cosas que me hacen más llevadera tu ausencia, que me hacen sentirte a mi lado, como si nunca te hubieses ido.