jueves, 20 de octubre de 2011

Castillos de arena

Querida Helena,

Muchas veces cuando voy a la playa me sorprendo a mí mismo cogiendo un puñado de arena y dejandola escapar entre mis dedos. En esos momentos mi mente se vacía y todo mi mundo se llena con un único pensamiento, el tiempo se nos escapa y lo hace sin que nosotros podamos siquiera percibirlo, y es sólo cuando nos concentramos lo suficiente y dejamos al margen el resto de cosas, que vemos caer cada uno de esos pequeños granos de arena que forman el reloj de nuestra vida.
 

domingo, 9 de octubre de 2011

El río que se calma

Querida Helena,

Ya son 8 los meses que han pasado desde el día que llegaste hasta nosotros, y en estos 8 meses he tenido tiempo de sentirme el hombre más dichoso del mundo y el más infeliz, el más afortunado y el más desdichado. La rabia me recorría al pensar que teniendo toda la vida por delante, ésta resultó ser tan breve y te nos fuiste cuando aún no te habíamos podido empezar a conocer.