Querida Helena
Ya estamos en Guadix, la tierra de tu madre y toda su familia. Es un sitio singular, un oasis verde en medio de un desierto tostado por el sol, una depresión verde en el altiplano que los propios accitanos llaman La Olla.
Dialogo epistolar de un padre a su pequeña hija, pequeñas confesiones de un corazón roto en busca de la sonrisa que nunca llegó a ver.